sábado, 26 de abril de 2014

Callejeando por los siglos

Hoy vamos a hacer juntos lo que nos aconsejan en la puerta de un establecimiento madrileño:


bañate en la historia
Calle Atocha


Un hammam o hamam son unos baños al estilo turco o árabe. Y eso es justamente lo que nos ofrecen en este lugar en pleno centro de Madrid: un lugar de relajantes baños y masajes, construido sobre la base de un antiguo almacén de agua con varios cientos de años. Porque sí, Madrid fue ciudad árabe, y además fue fundada por árabes que crearon aquí, en el siglo IX, una pequeña ciudad para defender Toledo (más al sur) de los cristianos que llegaban desde el norte (y que finalmente tomaron Madrid en el siglo XI). 

El cartel nos invita a bañarnos en la historia. Yo también te invito a "darte un baño de historia" callejeando por Madrid (y alguna otra ciudad). ¿Te apetece? ¡Sigue paseando conmigo!



Esta tienda de Córdoba nos lleva a la misma época:


Córdoba

Un bonito nombre para una tienda-taller donde se pueden comprar o encargar reproducciones de mosaicos, cerámica, joyas, esculturas, etc. de las épocas islámica, visigoda, romana, etc. El collar de la paloma es el título de la obra más famosa del cordobés Ibn Hazm, un árabe-español o hispano-árabe que escribió en árabe en el siglo XI esta obra, donde reflexiona sobre qué es el amor, y por qué permanece la idea del amor a lo largo de las diferentes épocas y civilizaciones.

De la Edad Media pasamos al Renacimiento. Es bastante habitual en mi barrio encontrarse con carteles como este:


callejeando por la historia
Calle Bravo Murillo

La palabra "comunera" hace referencia a una rebelión que hubo en Castilla en la primera mitad del siglo XVI contra el emperador Carlos I de España (V de Alemania). Los comuneros, gente de diversas clases sociales y muy diversos oficios, se enfrentaron contra los soldados del rey y perdieron. Todavía actualmente, cada 23 de abril, se celebra un encuentro en el pueblo de Villalar (Valladolid), el lugar donde perdieron una importante batalla y donde, por orden del rey, a sus líderes les cortaron la cabeza. Así que esta parte tan antigua de la historia todavía está muy presente, como puedes ver, aunque no ha habido nunca más una rebelión en Castilla (o quizá por eso).

Mientras en España peleaban el ejército del nuevo rey y las tropas comuneras, en América, concretamente en México, vivía Malinalli Tenépatl, conocida popularmente como Malinche:


callejeando por la historia
Calle Huertas

Malinche era una mujer indígena que hablaba la lengua maya y la lengua náhuatl, dos lenguas habladas en México antes de la llegada de los españoles. Un jefe maya se la dio al español Hernán Cortés como esclava. Entonces ella aprendió también castellano. Cortés la usó como intérprete para sus contactos con los diversos pueblos conquistados, y su papel histórico es polémico por la influencia que tuvo en las decisiones de los españoles en la época de sus primeras conquistas en América. En cierto modo, para los mexicanos es un símbolo de la traición y de la entrega al extranjero. Por eso es curioso el nombre del restaurante; si conoces la historia, suena un poco amenazador, parece que te van a poner veneno en la comida. Pero en su página web nos tranquilizan diciéndonos que su terrible venganza será "conquistar corazones y paladares españoles".



Y nos vamos a la segunda mitad del siglo XVI y la primera del  XVII. En esta época coinciden muchos años los dos escritores protagonistas de las siguientes imágenes, que convivieron con muchos otros, en el llamado Siglo de Oro de las letras y las artes españolas.


callejeando por la historia
Calle Mesón de Paredes

El escritor es Tirso de Molina, que escribió poesía, pero también teatro. Muy cerca de esta pastelería está la plaza de Tirso de Molina, donde hay una escultura del poeta. ¡Ojo! La frase que hay debajo, en el escaparate, no es de este escritor, es una frase que circula por Internet últimamente.

Y en un rincón de otra plaza, donde casi nadie lo ve, está este azulejo con un mensaje del escritor español más famoso de todos los tiempos:


callejeando por la historia
Plaza de Puerta Cerrada

Cervantes, el autor de Don Quijote de la Mancha, nos dice, en el español de su época, que las personas llegan a ser prudentes, sensatas, inteligentes (discretas), gracias a sus estudios y lo que leen (las letras), a lo que aprenden durante su vida (la edad) y a los lugares que conocen (el camino).


Y nos vamos al siglo siguiente. El siglo XVIII fue el llamado Siglo de las Luces, y en él la ciencia tuvo gran protagonismo. Es curioso que nos lo recuerde el nombre y la fachada de un bar:


callejeando por la historia
Calle Cádiz

Malaspina es el apellido de un teniente de la Armada española (el ejército del mar), de origen italiano, que propuso al gobierno español la organización de una expedición, un viaje con carácter político y científico que recorrió todas las posesiones que España tenía entonces en América y en Asia. A su vuelta aconsejó que se diera más autonomía a esas colonias, y eso le costó la cárcel. Le acompañaron científicos de diferentes especialidades; se hicieron mapas, estudios estadísticos, estudios etnográficos y de historia natural. 


Damos un salto a otro siglo y a otro país, porque... ¿a qué obra de un autor ruso del siglo XIX te recuerdan estos carteles que se ven desde hace meses por las calles de Madrid?


Paseo de Lorca (Villa de Vallecas), calle Caramuel y calle Argumosa

Sí, efectivamente, Crimen y castigo, gran novela de Dostoievski. ¿Y quiénes son estos señores para los que la gente pide un juicio y un castigo? Pues son, de izquierda a derecha: los dos expresidentes de Caja Madrid (actual banco Bankia, uno de los bancos que más "ayudas" ha necesitado y más crisis ha creado en este país), el actual presidente del banco BBVA, el actual ministro de Economía y la actual alcaldesa de Madrid.


Y terminamos el recorrido en el siglo XX. Una de las figuras más importantes del siglo fue, sin duda, el Che Guevara, que no necesita ninguna presentación.


callejeando por la historia
Calle María Zayas

¡Pobre Che! Mejor que no sepa que su imagen sirve incluso para un anuncio de mudanzas. Supongo que la empresa la forman argentinos y cubanos, pero ¡vaya elección en el nombre! No van a tener mucho éxito con algunas personas...


Y terminamos en el siglo XXI, con una pintada de "Poeta anda suelto" (foto donada por mi antigua alumna Christine Rüttiman, ¡gracias, Christine!):


en los muros de madrid
Quinta de los Molinos


Espero que te haya parecido interesante o, por lo menos, curioso. Si es así, déjame un comentario o recomienda este artículo, tuitéalo o compártelo en Facebook, cuélgalo en Pinterest, en fin, ¡hazme sentir tu presencia al otro lado de esta pantalla! Y hazme un poco de publicidad, jejeje. ¡Hasta pronto!



domingo, 20 de abril de 2014

Cállate la boca

Mira lo que nos están diciendo desde este escaparate:

   
redundancia
Calle Reina Mercedes

La expresión ¡Cállate la boca! es una manera muy fuerte, muy dura de ordenar callar. Es mucho más fuerte que el simple imperativo ¡Cállate!, que puede hacerse más suave con la entonación o añadiendo otras palabras, como cuando decimos Por favor, cállate un poco o Anda, cállate un ratito. ¡Cállate la boca! es siempre duro, fuerte, agresivo, no podemos hacerlo más suave de ninguna manera.

Como ya sabes, hay muchas maneras de ordenar, unas más directas y otras más indirectas, como la famosa frase ¿Por qué no te callas? que dio la vuelta al mundo hace unos años, cuando, en una reunión internacional, el rey de España se la dijo a Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela:





Esta frase se entendió como una especie de orden, y por su entonación, ciertamente lo era en gran medida, por eso provocó todo tipo de reacciones. La entonación es lo más importante para interpretar si nos están ordenando, sugiriendo o pidiendo algo, independientemente de la forma gramatical usada. Con el imperativo, recuerda, no solamente ordenamos; también pedimos, sugerimos, aconsejamos, llamamos la atención, damos permiso, etc.

Pero volvamos a nuestro escaparate. ¿Por qué esa frase en los objetos que se venden? Porque Cállate la Boca es el nombre de una empresa que se dedica al diseño de ropa y objetos diversos. Una empresa española con socios muy famosos en España, como los cantantes Amaya Montero (exvocalista del grupo La Oreja de Van Gogh) y Mikel Erentxun (exvocalista del grupo Duncan Dhu). Aprovecho para recomendarte las canciones de estos grupos (y de los cantantes en solitario) porque los dos pronuncian muy claramente y hacen un tipo de música poco "ruidosa", así que los entenderás muy bien.

Seguramente has pensado ya que por qué decimos la boca, si no podemos callar otra cosa. En otras palabras, que esta expresión es redundante, que es una redundancia ('repetición innecesaria de un concepto'). Pues sí, lo es, pero supongo que la redundancia es una característica de los seres humanos y que esto pasa en todas las lenguas.

Estas son algunas de las redundancias más comunes en español, al menos en España. En color tienes marcada la parte que sobra y que no necesitamos decir:


pleonasmo


Una cosita más sobre la expresión de hoy. Hace tiempo leí esta historia en el periódico El País:


Existe la conocida anécdota protagonizada por el novelista venezolano Adriano González León, cuando se vio impulsado a abandonar un taxi en Guadalajara, México, al escuchar por enésima vez que el taxista respondía a sus elogios sobre la ciudad con esta expresión terminante:
- ¡Cállese la boca!
Los colegas que le esperaban calmaron al excitadísimo Adriano: ¡cállese la boca! es lo que dicen en esa ciudad mexicana para explicar que uno está de acuerdo con lo que dice el otro, que tiene la razón y debe seguir hablando.

(Fragmento del artículo Coger, de Juan Cruz)

No sé si esta expresión se sigue usando así en alguna zona de México y no he podido encontrar información sobre esto, pero conviene saberlo si vamos a viajar a esa zona (para evitar pasarlo tan mal cono el novelista de la historia). ¿Algún lector de México -que sé que los tengo- nos puede sacar de dudas? ¡Muchas gracias de antemano!

Y ahora me callo, como me pide el escaparate. ¡Hasta pronto!



sábado, 12 de abril de 2014

Ah no

Hace unos días me fui a ver de nuevo el Jardín del Capricho, un lugar precioso y lleno de historia que no debes perderte si vienes a Madrid. Pues bien, cerca del Jardín hay un muro que rodea varios edificios oficiales y que está lleno de odiosos graffitis egocéntricos (los llamo así porque solo son firmas horrorosas de gente con un alto ego), pero también de verdadero arte urbano como el que se ve en estas fotos:


parque alameda de osuna




parque alameda de osuna


En uno de los dibujos, el autor había escrito esta dedicatoria:


ah no
Parque de la Alameda de Osuna

El autor de la pintada dedica a su mujer su obra, pero de repente recuerda que no tiene mujer (algo muy poco probable, ¿no?, olvidarte de que tienes pareja; por eso esta pintada resulta graciosa). Este es uno de los usos de la palabra "ah": introducir una información que se nos había olvidado y de repente recordamos.

"Ah", normalmente pronunciada con una entonación más o menos exclamativa ("¡ah!") se usa para más cosas, y existen también "¡eh!" y "¡oh!". En esta presentación te pongo los usos más importantes:


ah eh oh


¿Has visto que no me olvido de ti cuando paseo por los parques? Ahora acabo de empezar mis vacaciones de Semana Santa y voy a pasear más; tomaré fotos y recordaré que tengo unos estupendos lectores que nunca me abandonan, pero también descansaré un poco y seguramente no escribiré durante la próxima semana. ¡Hasta pronto entonces!

¡Ah, no se te olvide dejar algún comentario de vez en cuando! Tus comentarios me alegran la vida.



domingo, 6 de abril de 2014

Colecciono antigüedades

Un cine pornográfico pero ortográfico


En el último cine de películas porno que queda en Madrid, los anuncios de las películas están, no sé por qué, hechos a mano. Me hizo mucha gracia este de la foto que luego te comentaré:


gua gue gui
Calle Duque de Alba

      
Como puedes ver en la imagen a la izquierda, estos cines en España se llaman "salas X", y las películas pornográficas son "películas X". Este nombre empezó a usarse en los años 70: antes estaba prohibido ese tipo de cine en España, y a partir de esa época se abrieron un montón de salas que en la última década han ido cerrando.

Vamos a fijarnos en un detalle el cartel:



gua gue gui
Calle Duque de Alba

La palabra antigüedad, aunque siempre implica la idea de 'cantidad de tiempo', tiene diferentes usos:

- Si hablamos de la antigüedad de una casa, un edificio, un pueblo o ciudad, etc. nos referimos a la cantidad de tiempo de su existencia, que no siempre es mucho. Por ejemplo:

Este edificio solamente tiene una antigüedad de tres años
Se vende coche con siete años de antigüedad

Si no especificamos la cantidad de tiempo, se entiende que se trata de algo que tiene muchos años:

Es un libro muy valioso, por su antigüedad y porque es un recuerdo de familia

- Si hablamos de la antigüedad como una época, nos referimos a un tiempo muy muy lejano. Se usa sobre todo para referirse a la Grecia y la Roma clásicas, pero también puede incluir tiempos inmediatamente anteriores y posteriores.

- Si usamos antigüedad para referirnos a un objeto, lo que decimos es que se trata de un objeto valioso precisamente porque tiene muchos años:

En el Rastro, en Madrid, hay una zona de tiendas dedicada a la compraventa de antigüedades

Y este último es el significado de nuestro cartel de hoy. El hombre pregunta si es demasiado viejo para tener relaciones con alguien joven, y esa persona joven responde que no porque colecciona antigüedades. Suena gracioso porque antigüedad, con este significado, se usa para hablar de objetos y no de personas.

¿Por qué he subtitulado esta entrada "Un cine pornográfico pero ortográfico"? Porque la palabra antigüedad está escrita muy correctamente, con sus dos puntitos (o diéresis) encima de la U. Cosa que no siempre ocurre en los carteles públicos, porque este grupo de letras y otros parecidos (gue, gua, güi, gui), se escriben mal con frecuencia.

Te recuerdo cuál es la relación entre escritura y pronunciación en estos grupos:




Y ahora, ¡corrige los errores tú mismo! (en una de las fotos todo está bien):


antiguo
Calle Huertas

Meira (Lugo)

Calle Islas Filipinas

¡Estas son las respuestas!

- Primera foto: antiguo está bien escrito.
- Segunda foto: la forma correcta es cuelga (del verbo colgar).
- Tercera foto: la forma correcta es antigua (sin diéresis).

¿Qué tal, los has corregido bien?


Por cierto, dos de los carteles hablan de cerveza tirada a la antigua o al estilo antiguo. Tirar la cerveza, en un bar, no significa echarla a la basura o lanzarla al suelo, significa 'servir la cerveza en un vaso desde el grifo', y se hace con la cerveza que llamamos de barril, no con la que viene en botellas. 

¡Hasta pronto!








martes, 1 de abril de 2014

La pelu y el cumple

Supongo que en todas las lenguas existen maneras de hacer más cortas las palabras en la lengua informal. En español, como en muchas otras lenguas, esto se hace cortando las sílabas del final y diciendo solamente las dos primeras sílabas. Eso sí, esto solamente se aplica a palabras que son de uso muy frecuente. Por ejemplo:


cumpleaños
Calle San Vicente Ferrer



Como ya habrás imaginado, "cumple" es la forma corta de "cumpleaños". ¡Qué original forma de felicitarte el cumpleaños escribiendo esto en la puerta de tu casa! ¿Verdad?

Otro ejemplo:


peluqueria
Calle Hernán Cortés

Por la imagen se ve claramente que "pelu" significa "peluquería", ¿no? Y usan una forma corta porque es una peluquería informal, juvenil.

Una cosa importante para pronunciar bien estas palabras. Cuando estas palabras se hacen cortas, normalmente el acento cambia de lugar:


el cumpleaños vs. el cumple

la peluquería vs. la pelu

En esta imagen tienes algunas palabras que las personas que se suelen acortar en la lengua informal. Algunas son de uso general (boli, bici, etc.); otras las usan sobre todo las personas que las utilizan mucho (facul, uni, etc.). ¿Sabes cuáles son las palabras completas que corresponden? (Puedes consultarlas al final de la entrada)


palabras con formas cortas



¡Hasta pronto!